"La vida es una tragedia salpimentada de alegrías y eso es lo que queremos contar". Así define Emilio Aragón 'Pájaros de papel', una "película de miradas" que representa su estreno como director de cine y cuyo rodaje, que se ha desarrollado en varias localidades madrileñas, está a punto de finalizar. "Este film habla de muchas cosas y me cuesta resumirlo en una frase", declaró el polifacético director en un intervalo del rodaje.
Imanol Arias, Lluís Homar, Carmen Machi y Roger Príncep dan vida a los protagonistas de 'Pájaros de papel': un músico (Jorge del Pino), un ventrílocuo (Enrique Corgo), una cupletista (Rocío Moliner) y un huérfano de 10 años (Miguel), respectivamente, que forman parte de una compañía de artistas de vodevil durante la postguerra. En la película, el grupo va de pueblo en pueblo con sus actuaciones (las escenas fueron rodadas en localizaciones de Madrid, San Martín de la Vega, Chinchón, Tembleque, Colmenar de Oreja y Almagro) y tratan de "vivir y sobrevivir" del arte en una España marcada por la tensión y el hambre. El guión de 'Pájaros de papel' fue escrito a cuatro manos entre Aragón y Fernando Castets (de 'El hijo de la novia' y 'Luna de Avellaneda'). "El argumento nació hace unos tres años", detalló el director, revelando también que tiene "mucho en común" con Castets. "Somos de la misma generación y compartimos los mismos gustos", justificó el director, conocido también como 'Milikito' por su trabajo como payaso.
El mundo del teatro como telón de fondo
"Hay varios temas en esta película y me da la sensación de que se convirtió en diversas islas con vidas independientes, pero conectadas entre sí", puntualizó el director, añadiendo que el film es una especie de metáfora que habla, entre otras cosas, de "la necesidad de escapar del dolor" a través de la música y la ilusión creada por sus personajes. "La película trata de penurias de la vida real, haciendo llorar y reír", añadió Lluís Homar, que destacó también que los personajes eran "artistas completos". "En aquella época se trabajaba de una manera más artesanal y con mucha pasión", sentenció. "Pero en el ámbito teatral aún se puede encontrar artistas completos como estos", recordó Carmen Machi. "El mundo del teatro es un telón de fondo", aclaró Aragón. "Incluso, en el Día del Teatro, paramos el rodaje en uno de los pueblos para hacer números de música y magia para un grupo de niños de primaria que pasaron por allí", contó Imanol Arias como anécdota de rodaje.
Aragón reveló haberse sentido como "un guardia de tránsito" en su nueva función. "Creo que éste era el momento para empezar a dirigir. Me siento maduro", confesó. "Emilio es una joya. Muy competente y con una sensibilidad especial", elogió Machi. "Él no era un 'director literato' o 'director pintor' o 'director coñazo'. Era como un director de orquesta", calificó Arias. "Yo no tengo necesidad de complicarme la vida haciendo tonterías en el cine y cuando Emilio me presentó este proyecto me sentí como si me hubiera tocado la lotería", explicó el actor. Por su parte, Aragón era todo elogios al reparto y destacó el trabajo del pequeño Roger Príncipe (de 'El orfanato'). "Él vampirizaba a los actores, nos sorprendió mucho", detalló el director, que recordó también que el personaje de Lluís Homar es un "homenaje" a un ventrílocuo español real, que obtuvo mucho éxito en el exterior. "Si tuviera que hacer una foto general de este trabajo, sería la de un equipo remando al mismo tiempo", concluyó Aragón.
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