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HICE DE POLLO EN SUPERMERCADOS, DE PAYASO EN CUMPLEAÑOS... DE TODO
Del Parque Alcosa, 30 años, su padre es de la calle Feria y su madre de Pureza, aunque él vive ahora en la Alameda. De niño salía en Los Gitanos, pero ahora sale en la tele, en la serie «Aída», transformado en Luisma; y en «Homozapping», parodiando a conocidos personajes
-¿Quiénes fueron los héroes de su infancia?
-Pues creo que el increíble Hulk, además de los personajes de La Bola de Cristal: Alaska, Kiko Veneno...
-No sé por qué, pero me resulta natural imaginarle con una nariz roja y unos zapatones vestido de payaso...
-Yo sí sé por qué (risas). Es que soy payaso y he trabajado de payaso. Parte de mi familia también lo ha sido, aunque no tuve mucho contacto con ellos.
-¿Cuántos hubo en su familia?
-Varios. Por ejemplo, mi tío abuelo Pepe y sus dos hijos. Trabajaron en muchos circos. Incluso tuvieron uno.
-¿Eso imprime algún carácter?
-En mi caso, no, porque no tuvimos mucha relación. Los veía poco. Cuando venían en Feria y cosas así.
-¿Alguna otra especialidad circense en la familia?
-Sí, hubo equilibristas, domadores de fieras, trapecistas, jefes de pista, músicos...
-¿Y a usted siempre le gustó hacer el payaso?
-No, sólo cobrando (risas). Nunca he sido el graciosillo, lo mío es un trabajo. En realidad soy muy introvertido y muy tímido
-Pero se hizo bailarín...
-Fue casi por accidente. Me apunté a un casting para ganar un dinerillo. Salían funciones de muchas cosas, así que pensé que cuantas más cosas aprendiera, mejor. La afición llegó luego.
-En los foros de internet, las muchachas dicen auténtico piropos de su anatomía. ¿También por la calle, en vivo y en directo?
-Bueno, de vez en cuando alguna loca me llama guapo a gritos por la calle, pero vamos, no es que tenga que llevar guardaespaldas. Tampoco viene mal para la autoestima.
-Cuando eso ocurre, ¿se hace el longui y pone cara de Luisma o se viene arriba y entra en formación de combate?
-Más bien lo primero, sobre todo si es en plena calle, pero depende de quién, cómo, cuándo y dónde.
-En lugar de poner la pose y marcar paquete, prefiere hacer reír a los demás, ¿no es eso?
-No son incompatibles, valen las dos cosas, pero normalmente una de ellas la hago para cobrar. (risas)
-¿Y cuál le parece mejor arma de seducción?
-El humor, y la inteligencia, que es casi lo mismo, es buen arma, seguro. A mí me seducen por ahí, así que pienso que también les pasa a los demás.
-Si el sexo es Física y el amor Química, ¿en qué saca mejores notas?
-¿Puedo pedir ayuda...? (risas) La Física y la Química se han estudiado juntas, como una sola asignatura, y la verdad es que fui buen estudiante y siempre he sacado buenas notas.
-¿Se deja guiar más por las intuiciones o por la inteligencia y el esfuerzo?
-Creo que por lo segundo. La intuición es otra forma de inteligencia, pero soy bastante más racional.
-¿Su mayor locura hasta la fecha?
-Quizás haberme dedicado a esto, pensar que yo podía tener un sitio en este oficio. A mi madre, desde luego, siempre le pareció una locura. Ahora se ha tenido que callar. (risas)
-¿El éxito es como lo imaginaba?
-A mí no me ha extrañado, porque lo he buscado. De hecho ya tuve pequeñas formas de éxito en mis actuaciones, en bares y cosas así.
-Aún no se ha cansado, me imagino, de que le interrumpan una conversación para pedirle un autógrafo y para ver si habla y se comporta como Luisma...
-No, todavía no, aunque hay momentos difíciles, pero no por la gente, sino por uno. El otro día un amigo me contaba llorando un problema gravísimo cuando se acercó alguien a pedir un autógrafo... Bueno, es una situación comprometida, pero firmas y ya está.
-¿Le ha costado mucho abrirse camino en esa selva?
-He tenido mucha suerte, pero también he currado mucho. En este mundillo he hecho de todo. No me he saltado ni un solo escalón. Hice de pollo en los supermercados, he sido payaso en cumpleaños... O sea, de todo.
-¿Lo más extraño o más duro que le tocó afrontar en esa pelea?
-Sigue siendo duro, pero hubo momentos ridículos. Recuerdo una vez, vestido con un traje de flamenca, retransmitiendo el alumbrado de la Feria para Canal Sur, empapado por la lluvia, con unas tetas de esponja chorreando, todo me daba calambre y encima nos echaron de una caseta... Me sentí patético y me decía que para qué mierda me metía yo en esos fregados.
-¿Cómo andamos de sentido del humor los españoles?
-Creo que bien, aunque de eso nunca sobra, más bien falta. El humor se consume ahora bastante y la gente lo agradece.
-¿Y nuestros políticos?
-Van mejorando, me parece. Hace años eran intocables. Ahora se les critica más, se les parodia y ya nadie se escandaliza.
-En realidad, su personaje de la gala de los Goya es muy anterior incluso a «Homozapping», no una imitación de Raquel Revuelta ni de nadie, ¿no es cierto?
-Sí, el personaje-madre surgió de un trabajo de clase y luego lo adapté.
-¿Le gusta hacer imitaciones?
-No, de hecho soy muy mal imitador. Lo mío es más hacer parodias, crear personajes, no imito. En «Homozapping» era eso lo que buscaban, actores, no imitadores, que los hay muy buenos, como Carlos Latre.
-Le recuerdo en una gala de Canal 2 Andalucía con ese personaje...
-Sí, lo vio poca gente, pero tuvo cierta repercusión entre los profesionales, que se fijaron en mí.
-Y en una promo magnífica de Canal Sur en la que dos amigos miraban las estrellas tumbados en la playa... ¿Cuál era el latiguillo, lo recuerda?
-Claro que sí. Decía: «Peazo de verano, ¿que no...? ¡Aaaro!» Las promos de Canal Sur suelen ser muy neutras, pero ésas estuvieron muy bien.
-«Moncloa, ¿dígame?» tampoco funcionó, pese a ser buena serie...
-Al menos no la quitaron. Duró una temporada. Es el problema de la tele, que no aguantan.
-Aunque le vimos triunfar antes en «Homozapping», se embarcó en el proyecto de «Aída» mucho antes, ¿no es así?
-Surgieron casi al mismo tiempo y tenía apalabrada mi intervención, pero empezó antes «Homozapping», es decir, que una cosa no me llevó a la otra.
-¿Quién o qué mereció sus últimas lágrimas fuera de la pantalla?
-Me dio un ataque de ansiedad a causa del exceso de trabajo con la serie, la película y «Homozapping». Llegué al hospital y me eché a llorar. Entonces supe que, efectivamente, era eso, ansiedad.
-¿Su rincón o su momento preferido de Sevilla?
-Desayunar tostadas con aceite al sol en la Alameda, donde vivo.
-¿Algún actor de referencia?
-Muchos: Javier Cámara, Jude Law, Montgomery Clift...
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